Tres días y yo sin enterarme
Cuesta mucho volver al trabajo después de un fin de semana largo. Aunque la verdad sea dicha, no puedo alardear de haber aprovechado este “parón” para hacer cosas interesantes.
Más bien al contrario, menos el domingo que decidí salir un poco de la prisión de la sala de torturas como yo la llamo, el resto lo he pasado encerrado entre cuatro paredes estudiando para labrarme un futuro (Por supuesto, irónicamente hablando).
Lo peor de todo es que nadie me obliga a ello, si no yo mismo, el dinero invertido y sobre todo la decisión que tomé en su día de retomar los estudios. Maldita la hora en la que...
Más bien al contrario, menos el domingo que decidí salir un poco de la prisión de la sala de torturas como yo la llamo, el resto lo he pasado encerrado entre cuatro paredes estudiando para labrarme un futuro (Por supuesto, irónicamente hablando).
Lo peor de todo es que nadie me obliga a ello, si no yo mismo, el dinero invertido y sobre todo la decisión que tomé en su día de retomar los estudios. Maldita la hora en la que...
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