La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

miércoles, mayo 25, 2005

Vendiendo un piso

No tengo suficiente con todos mi líos laborales, que me autoinpongo otro más de carácter personal para acabar de hacer de mi vida una auténtica olla a presión.

Y es que hemos vendido el piso en el que llevamos viviendo casi 4 años. No es que no esté feliz, todo al contrario estoy muy contento por haberlo hecho. Y además no ha sido fácil por un pequeño detallito de un no se qué de un cemento aluminoso...

Pues si, mi piso tiene la vigas con cemento aluminoso, no está afectado por aluminosis, está en perfecto estado, pero claro, si que en caso de un problema de humedades tiene todos los números de desarrollar la dichosa “enfermedad”. Eso unido a que se trata de un cuarto sin ascensor ha provocado todo este desarrollo de acontecimientos.

Además lo he vendido gracias a lo mal que está el mercado, la gente con tal de ahorrarse un dinero mira todas las posibilidades, en eso puedo estar agradecido a la situación actual de la vivienda.

Aunque ahora me va a tocar vivir el otro lado, por que antes del 15 de julio tenemos que encontrar un lugar donde instalarnos. Así que ya os podéis imaginar el corre corre y el mira mira que empezamos a sufrir.

Pero ya lo dice el refrán “Sarna con gusto no pica” y os aseguro que el estrés que esta situación me pueda provocar es una cosa de la que a la larga no me vais a oír quejarme.

1 Opiniones:

  • At 3:11 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Por lo menos no eres novato en este terreno, eso te da ventajas a la hora de no querer perder el tiempo viendo según que pisos.

     

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