La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

jueves, septiembre 16, 2004

Nos vemos en la universidad

Vuelta a empezar, cada seis meses la historia se repite. Invierto mi tiempo en libros, ejercicios, prácticas y exámenes. Aunque realmente “sólo” son cuatro meses de duro trabajo, los otros dos se distribuyen en periodos de inscripciones y vacaciones. El tiempo invertido lo saco del poco tiempo libre que me deja mi trabajo, por lo que las cosas ociosas que planifico durante un periodo vacacional se reduce sensiblemente.

Vuelven los fines de semana estudiando, las exigencias, las prisas en las entregas, las grandes dudas sobre el fracaso y los nervios preexamen. Intento no mirar demasiado hacia delante para no desanimarme ante el largo camino que me queda por recorrer. Pero tampoco hacia atrás para ver el poco recorrido.

Y si en algún momento titubeo, pienso en la única razón por la que paso por todo esto, yo así lo decidí en su día, nadie me obligó a ello.