La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

martes, agosto 02, 2005

Miss Van

Corto y pego de Iguapop Gallery

"Barcelona ha visto aparecer desde hace algunos años en las paredes de sus calles unos personajes a medio camino entre mujeres y niñas, de una feminidad desbordante y rezumando erotismo, sensualidad, provocación y cierta maldad al borde de la perversión. Estas muñecas (“poupées”, como las llama su creadora) son caprichosas y traviesas, aunque también derrochan sensibilidad y dulzura. Con ellas, Miss Van ha creado un universo del que los hombres han sido excluídos, relegados al voyeurismo y sustituídos por animales apacibles, evocando a las pin-ups de los años 50 y en conexión con las tendencias más acuales de la pintura americana. Su trabajo ha sido exhibido en algunas de las galerías más punteras como la Merry Karnowsky en Los Angeles o la Magda Danysz de Paris; tras exponer en Iguapop su obra podrá verse también en la Jonathan LeVine Gallery de Nueva York.

Miss Van empezó a pintar en la calles de su Toulouse natal a principios de los ’90 con una edad de 18 años, rompiendo la masculinidad que ha reinado tradicionalmente en la escena del arte urbano. Su personalísimo estilo no tardó en dar lugar a lo que podría llamarse “escuela de Toulouse” y, a día de hoy, sigue fascinando con sus ya archi-populares “poupées”, que han dado la vuelta al mundo (varias veces); son más que conocidas en Barcelona, ciudad con la que mantiene un intenso flirteo, aunque también se pueden ver en ciudades como Londres, Paris, Berlin, Montreal, New York o Los Angeles. Es una artista inagotable que ha desarrollado líneas de trabajo en muy diferentes soportes en paralelo al trabajo en muros, desde obras sobre tela que ya forman parte de numerosas colecciones privadas hasta colecciones de ropa propias."


   

La verdad es que tienen ese aire de "lolita" dulce a la par que perverso que te hace sentir como un auténtico voyeur. No puedes evitar sentir una sensación de mirada clandestina pero a la vez provocada al admirar su trabajo.