La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

jueves, septiembre 22, 2005

Historias de Praga III: Una de miedo

Una de las cosas que te pueden poner la piel de gallina en Praga es el imaginarte toda la ciudad controlada por el ejercito Nazi. En cualquier esquina, cualquier calle, cualquier recoveco puedes hacer volar tu imaginación y situar allí un tanque, un control o simplemente un grupo de soldados.

Pero por extraño que parezca, el pequeño barrio judío de Praga ha llegado bastante intacto hasta nuestros días. Todavía se conservan en perfecto estado entre otras cosas el antiguo cementerio y las sinagogas.

Esta situación contradictoria tiene una tenebrosa explicación. Los Nazis, viendo la riqueza arquitectónica y cultural del barrio judío decidieron no arrasarlo como en otros lugares sino todo lo contrario conservarlo intacto para poder construir a posteriori un grandioso museo dedicado a una “raza” extinguida.

Historias como estas son las que te hacen recordar la magnitud de la barbarie cometida durante la Segunda Guerra Mundial.

2 Opiniones:

  • At 10:06 a. m., Anonymous Anónimo said…

    La pena es que los que nunca haríamos algo así somos los que lo vemos como barbarie. Los "hermanos de religión" de los que la sufrieron ahora la repiten en Israel sin ningún complejo.

     
  • At 11:10 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Tienes toda la razón del mundo...

     

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