La lista de Schilder

La decisión está tomada, creo que mi ciclo en el lugar donde trabajo ha acabado para mí. Sé que mucha gente desearía estar en la situación que estoy yo, cobrando por no hacer nada, pero a medida que van pasando los días el ambiente es cada vez más agobiante.

Cuando no tienes nada que hacer, puedes aprovechar para aprender cosas por tu cuenta. Pero seamos realistas, al principio empiezas a mirar cosas, luego como no existe ningún elemento de presión empiezas a abandonar toda idea y te dejas llevar hasta el punto que cualquier pensamiento sobre algo que hacer te produce cansancio.

Llegados a este punto, volver a reanudar la actividad laboral resulta un esfuerzo muy elevado. Esto unido a que las expectativas laborales dentro de mi empresa son nulas a corto y medio plazo me hacen sentir oxidado, aturdido, lento de reflejos. Es como si todos mis conocimientos quisieran abandonarme por no ser utilizados.

Todo esto nos ha hecho reflexionar dentro de nuestro departamento y se ha decidido realizar una lista de gente que estaría dispuesta a negociar una salida con nuestra moribunda empresa. No es seguro que se presente la oportunidad de mostrar esta lista, ni siquiera en caso de poder presentarla no es seguro que la empresa acepte negociar, pero al menos lo intentaremos.

De llegarse a un acuerdo, pasaría a ser carne de estadística en el INEM. No me preocupa, tendría dos años por delante para encontrar algo.