La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

miércoles, mayo 26, 2004

La envidia de todo buen vecino

Hace unas semanas, cuando me iniciaba en un nuevo proyecto, no hubiera creído que llegados a este momento la situación estuviera como está. Para empezar, el proyecto que debería haber durado hasta verano, se canceló a las pocas semanas.

Que la empresa no tenia precisamente exceso de trabajo lo sabíamos, que iba a ver una reestructuración también lo sabíamos. Lo que no nos imaginábamos al volver a la oficina era encontrarnos con una situación de caos total.

No es que tengamos poco trabajo, es que no hay ni hay visos de haberlo a corto y medio plazo. La reestructuración se ha convertido en despidos pactados, gente que no acepta sus nuevas responsabilidades, guerras internas para huir del poder… si, para huir, el barco se hunde y es mejor no hundirse con el barco.

Todo esto provoca situaciones curiosas. Por ejemplo, ahora mismo no se quien es mi responsable inmediato. No tengo a nadie a quien reportar, ni nadie que me diga que es lo que tengo que hacer.

Es más cada mañana llego a mi puesto de trabajo, me siento, enciendo el ordenador y a pasar ocho horas de mi vida. Al menos aprovecho para estudiar para la universidad. He llegado al punto que me pagan por estudiar, como si fuera una beca. A ver quien supera eso!!!!