La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

viernes, mayo 14, 2004

Son otros tiempos

Los tiempos cambian y eso me hace ver que de alguna manera u otra me estoy haciendo mayor. El domingo me toca ir de comunión, un evento bastante tedioso al que me veo obligado a asistir por ser de la familia.

Recuerdo cuando yo la hice, para aquel entonces me causó un pequeño trauma por que nos hicieron cantar y bailar delante de todo el mundo. Pero la razón real de que hiciera la comunión fue sin duda los regalos. Mi botín entre otras cosas se componía de un álbum de fotos típico de comunión, una cadenita de oro, un reloj, un bolígrafo... cosas que para entonces eran normales regalar.

Ahora los niños, no han dejado de lado la costumbre de pasar por un rato de mal trago a cambio de sacar tajada. Lo encuentro normal, yo lo hice y mucha gente que conozco también. Pero lo que ha variado es que uno ya no espera a que le hagan regalos, si no que exige el tipo de regalos.

Ya no quieren álbumes de fotos, prefieren juegos de consola, no quieren bolígrafos, prefieren cámaras digitales, no quieren muñecas de comunión, prefieren dinero, ropa o calzado para ir a la moda....