La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

martes, mayo 04, 2004

Teletienda

Que tiempos aquellos cuando los fines de semana, llegaba a casa a la hora del lechero, en condiciones poco saludables. Aquellos momentos los aprovechaba para encender el televisor, sentarme en el sofá y acabar de consumir mi borrachera visionando esos magníficos espacios televisivos de teletienda.

Era uno de mis momentos preferidos, nunca he entendido por qué. Pero lo que es verdad es que aquellos espacios publicitarios de media hora de duración me cautivaban. Recuerdo todavía aquellos magníficos cebos de pesca con los que te convertías en pescador número uno si apenas esfuerzo, el aparatejo para envasar al vacío, los diversos aparatos gimnásticos para ponerte cachas...

Desde hace ya unas semanas disfruto de nuevo de estos momentos, pero ahora durante el desayuno antes de ir al trabajo. Me alegra que durante todos estos años, el formato de los spots no ha cambiado nada. Los extras sacados de no se sabe donde, presentadores con cara de flipados, las comparaciones imposibles.

El producto estrella del momento es la cama Restform, una cama hinchable que en cuestión de segundos está inflada o desinflada según el momento. Por supuesto, lo que no dicen es el número de segundos que necesitas para ello. Pero lo que me interesa de este producto no es su larga lista de virtudes ni siquiera su incomparable precio. Lo que me interesa es llegar a conocer a alguien que la haya comprado.

Y es que comprar algo que sirve para que tus amigos y familiares invitados, o mejor dicho autoinvitados, no duerman en sofás, en colchones en el suelo, o camas hinchables malas, es digno de mención y reconocimiento público. ¿Qué clase de persona tiene la previsión de que recibirá visitas inesperadas en casa?. y lo que es peor, ¿qué clase de amigos y familiares tiene?