La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

lunes, agosto 30, 2004

De vuelta

Tengo sueño, siento nauseas, tengo mareos, me encuentro mal... no, no estoy embarazado, es que he vuelto al trabajo. Después de casi un mes de no hacer nada, entre la baja por la apendicitis y las vacaciones es duro volver a encerrarme en una oficina.

Podría hablar del síndrome post-vacacional, algo muy común entre los trabajadores, una enfermedad del siglo XXI al igual que el estrés. Pero es un recurso muy utilizado, como una mala excusa ante una cita no deseada.

Lo cierto es que este año vuelvo sin ganas, a diferencia de otros años en los que la nostalgia por la buena vida se fusionaba con el deseo de realizar cosas interesantes y aprender afrontando nuevos retos.

Este año cero, tengo las mismas ganas de trabajar que cuando me fui, es decir ninguna. Supongo que todo tiene que ver con mi situación laboral. Y eso me preocupa, por que afrontar un largo periodo sin vacaciones sin ganas es como salir a la autopista sin gasolina. Me quedaré tirado a las primeras de cambio.