La vida es de color naranja

Reflexiones a la luz del monitor

martes, agosto 31, 2004

Clandestino

Se acabaron los juegos olímpicos y la vida sigue...

Joan Lino Martínez gana el bronce en salto de longitud

Notícias

España es especialisa en acoger a deportistas que desean abandonar sus países de origen. Creo injusto que se utilice este modelo con el único objetivo de alcanzar un prestigio mundial falso, sin sentido, engañoso y que no lleva a ninguna parte. No nos equivoquemos, salvo raras excepciones esta gente no cambia de nacionalidad por convicción, sino que los motivos son meramente económicos.

Pero la culpa no es de los deportistas, la gran mayoría busca una salida a su precaria vida en su país de nacimiento, otros por pura competitividad. A pesar de ser deportistas de élite, no encuentran las mismas condiciones sociales que sus homólogos en otros países o la ayuda necesaria para acceder a los éxitos profesionales.

Pero sea la razón inicial que sea, la decisión final está marcada por la predisposición (léase dinero) que ofrezca el país de acogida.

Y mientras que unos se llevan el reconocimiento público y admiración social, los pobres desgraciados que se juegan la vida cruzando el estrecho, o la frontera escondidos en un camión se llevan el odio, el rencor y el maltrato por parte del estado y de una parte de la sociedad.